Colima, México
Aún recuerdo la primera vez que llevé a Max a Colima. Apenas nos bajamos del autobús que nos llevó desde Aguascalientes a la capital de mi estado, el calor le dio la bienvenida como un derechazo en el estómago, haciéndolo boquear como un pez fuera del agua en busca de un poco de fresco. Estábamos…