México 2003
Ya regresamos de México y en resumen les pongo lo que pasó en ese mes de vacaciones. Las fotos las subiré a Flickr en uno de estos dias.
- Jamás, jamás. Viajen con Lufthansa. De verdad, es increíble la cantidad de alcohol que sirven en esa línea y como durante todo el viaje las hostess pasan cada 5 minutos con su carrito repartiendo cerveza, vinos, vodkas, etc. Y sobre todo, no querrán viajar con doscientas personas borrachas e incontrolables ¿verdad?.
- El hotel en Cd de México nos dejo con ganas de demandarlos a la PROFECO por la malísima administración que tienen. Entre otras cosas nuestra habitación no estaba disponible, nos mandaron a otro hotel en el cual no tenían ni idea de que hacíamos ahi, al dia siguiente nos ofrecieron el desayuno pero los del restaurante tampoco tenían idea y he ahi otra verguenza que pasamos. De regreso al hotel (el que habíamos reservado), nos dieron una llave que no era la de nuestra habitación. En el bar nos sirvieron unas margaritas que parecían hechas por un alcoholico, por la cantidad tan alta de tequila (y eso que le había advertido al barman de no hacerlas tan cargadas). En fin… un montón de detalles que hicieron que maldijéramos el haber escogido ese hotel. Cosas que pasan.
- En la Cd. de México visitamos el Templo Mayor, el Centro Histórico, Coyoacán y la Casa Azul (el museo de Frida Kahlo).
- !Comí pinole! Eran fácil unos veinticinco años que no lo comía, desde que mi mamá me vestía de indita para el novenario de la virgen de Guadalupe en diciembre.
- Fuimos a ver a Yaneth y su bebita (en Cd. Guzmán, Jal.). Dios, aún no puedo creerlo que hermosa está. Esa es una historia que tal vez algún día contaré, mientras tanto les cuento que me vine con un mal sabor en boca porque no pude hablar con ella como Dios manda. No sé, la cuestión de su ”marido”, que nunca pudimos estar solas, etc. En fin, pero parece que todo está más o menos bien. Espero.
- Fuimos a Colima y pude arreglar las cosas con mi hermana. Me dió muchísima pena verla como está y aún hoy en día cuando me acuerdo de su situación se me encoge mi corazoncito y me dan ganas de llorar, pero bueno, cada quien decide como vive y nosotros le hemos ofrecido mucha ayuda, pero ella es igualita a mi mamá y antes muerta que aceptar ayuda de alguien. Pero bueno, al menos pude hacer las paces con ella que era algo con lo cual no estaba bien.
- Mi ex-cuñada se portó de lo más genial conmigo y nos llevó a Tapalpa (un pueblito en Jalisco) que la verdad nunca había ido y nos encantó con sus casas de teja, casi tan lindo como Pátzcuaro. Además nos prestó su carro por unos días y ya no tuvimos que rentarlo para ir a Colima. Nos llevamos a Yaneth y mi papá se enamoró de la bebita.
- Comimos Huachinango en Cuyutlán (una playa de Colima) pero el tiempo estaba lluvioso y no pudimos nadar en el mar.
- Mi hermano está hermoso. De verdad se me hace increíble verlo hecho un hombre, es como si nunca me hubiera fijado en cuanto ha crecido, ya tiene 25 años y un montón de lagartonas que no lo dejan en paz en el celular. Me puse nostálgica de acordarme cuando era chiquito y lo veía jugar canicas.
- Comimos pozole rojo en un mercado de Coyoacán y Ana nos hizo pozole blanco de Colima, casi tan bueno como el que hacía mi mamá.
- Fuimos a Guadalajara y ahi pasamos en 14 de febrero, sentados cerca de catedral escuchando música ranchera y viendo a las parejitas que se comían a besos.
- Estuvimos en Tonalá (Guadalajara, Jal.) visitando su mercado de artesanías, le compré una blusa bordada a mi cuñada, una cajita de barro a la esposa de un amigo de aqui y otras cuantas chucherías de recuerdo.
- Nos trajimos un nuevo comal, un molinillo, 5k de maseca, un montón de salsas y ¡hasta una maquinita con manivela para hacer tortillas!.
- Max se comió su tan anhelada chasca y los muy ansiados churros. Ya nos tenía hartos con la cantalet a: ¿cuando vamos a ir a comer churros? ^^
- Fuimos a comer a La Catrina, un restaurante de comída típica del estado, en Aguascalientes. Max se comió un chile poblano relleno de pollo adobado con salsa de mango y semillas di girasol, acompañado de una tostada de flor de jamaica y yo me comí un chile pasilla rehidratado relleno de carne molida con piñones y bañado con una salsa de guayaba. La verdad es que estaban deliciosos y no voy a parar hasta conseguir la receta de ambos, sin contar con el pastel de chocolate con tapioca del postre que estaba para chuparse los dedos.
- Vimos a mi amiga Chris y su familia, sus hijos están preciosos y yo me morí de la envidia (de la buena). Lo único malo es que nos enteramos que había fallecido su papá a causa de la AH1N1, de no creerse. En tres días pasó todo, terrible.
- Durante nuestra estadía una tía se puso malita y la internaron, pero ya se está reponiendo.
- No pudimos ir a Zacatecas porque por una cosa u otra los planes siempre se nos desbarataron.
- Visitamos el Museo de La Muerte en Aguascalientes y debo admitir que hicieron un trabajo estupendo en ese lugar, se los recomiendo enormemente si es que un dia visitan esa ciudad.
- Fuimos también al Museo del Ferrocarril y nada más entrar me regresaron a la mente algunas de mis vacaciones de verano cuando era niña en un pueblito llamado Villegas, en el estado de Jalisco, donde solo se podía llegar en tren y todo el pueblo olía a rieles y por las noches se dormían las personas arrulladas con el sonido de los trenes de carga que pasaban sin parar durante toda la noche.
En fin. Paseamos, comimos, nos divertimos, estuvimos con la familia, visitamos a los amigos, nos consintieron y sobre todo: Nos dimos cuenta de que no importa cuantas veces vayamos, México nos maravilla siempre. No por nada es mi país.
Ciudad de México