Solvang, California

Solvang es una pequeña ciudad californiana que se encuentra en el condado de Santa Bárbara. Este lugar fué fundado por emigrantes daneses por lo que su aspecto de ahora asemeja mucho a los pueblito daneses con sus casas a dos aguas de techos rojos, sus molinos de viento, panaderías típicas, etc.
Visitamos Solvang como una sopresa para Max, ya que no tenía idea de a donde estábamos yendo porque era yo quien le daba indicaciones y que el día anterior había visto que nos quedaba de pasada hacia Santa Bárbara luego de haber pasado la noche en Lompoc y de haber visitado la misión de la Purísima.

Nadamás llegando a las afueras de la ciudad nos dimos cuenta de que no era el típico pueblo californiado como los que habíamos visitado en los últimos días. Aquí las casas con sus colores terracota, las panaderías típicas desde donde sale un olor delicioso y los negocios de jugetes y relojes le dan a uno la sensación de estar en Dinamarca; todo se ve tan lindo que dan ganas de quedarse.

Nuestra visita fué entre semana, en pleno otoño, por lo que las calles estaban practicamente vacías y eso nos dió la oportunidad de recorrernos el centro a nuestras anchas y de tomar muchas fotos lindas.

Estacionamos el carro en la calle principal y con la cámara en mano nos fuimos a recorrer la misma bajo un sol tibio y brillante que nos acompañaba desde un cielo azul intenso.

En Solvang hay muchísimos negocios de jugetes y relojes, entramos a algunos y nos deleitamos con cucús, carruseles y demás monerías que se exponían. Entrar a sus tiendas te transporta y sin que te des cuenta se te pasan las horas viendo tantas cosas lindas.

A la hora de la comida encontramos un puesto de hotdogs y con una cerveza en mano nos sentamos a gustarnoslo en las mesas y bancas externas que tenían a disposición, claro, luego de haberlo bañado de las diferentes salsas que tenían en un carrito donde te podías poner salsas y guarniciones a tu gusto. Debo decir que el lugar estaba desierto y que quizás nos hubiera sido más práctico irnos a sentar a un restaurante y comer como dios manda, pero estábamos muriéndonos de hambre y el hotdog nos supo a gloria, aún cuando se tardaron muchísimo en prepararlos (éramos los únicos aparte una familia que estaba ya comiendo).

Terminado el almuerzo seguimos visitando el lugar, entrando a sus tiendas a curiosear. Además hay pastelerías, restaurantes y como no, estando en California también encontrarás las famosas enotecas para probar los vinos de la región.

Vistas las fechas, la pequeña ciudad rebosaba de espíritu navideño pudiendo ver por doquier los adornos en las calles, los árboles de navidad fuera de los negocios y  un sinfín de objetos propios a la celebración. Me imagino que por la noche con todas las luces encendidas debe ser un verdadero espectáculo.

Solvang cuenta además con varios museos, iglesias y la misión de Santa Inés que pueden visitar si cuentan con más tiempo para ello. Nosotros en realidad íbamos solo de paso y nos bastaron las pocas horas que estuvimos ahí para ver sus calles, comer y disfrutar en general de la atmósfera.

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