Rodas, Grecia
A finales de mayo pasado hice maletas y me fui junto con una amiga a Grecia. Era mi segunda visita a ese hermoso país y por ello decidí que lo mejor sería ir a una nueva isla, al fin de cuentas, si algo tiene Grecia que ofrecer además de su maravillosa historia son sus impresionantes y bellísimas islas.
Llegamos a Rodas con un vuelo local después de haber pasado un par de días en Atenas, la primera impresión de la isla me decía que iba a ser algo diferente a la tranquila Milos, donde estuve hace un par de años. Aún y todo, me emocionaba el pensar en la diversión que me esperaba. Rodas es la isla griega más grande del archipiélago del Dodecaneso, tiene muchas playas que ofrecer y su ciudad principal (llamada también Rodas) está llena de historia y leyendas, no podíamos haber escogido mejor.
Las playas
Seguramente la atracción principal para muchos sean las hermosas playas que se encuentran en Rodas y como no, con la cantidad que hay, desde playas nudistas hasta aquellas que han sido nombradas bajo la fama de un artista internacional como lo es la Bahía de Anthony Queen. Nosotras escogimos Ialyssos como nuestra base y nos bastaba atravesar el jardín de nuestro hotel para poder disfrutar de la hermosa playa de rocas blancas y de sus aguas turquesas que en mayo ya están más que adaptas para darse un chapuzón.
Ialyssos es famosa por los vientos fuertes de los que goza lo que la hace perfecta como playa para quienes disfrutan de deportes como el Windsurf y de hecho en verano se realiza en este playa un torneo del mismo. A nosotras nos gustaba mucho pasear por la playa en las mañanas, cuando había muy poca gente y disfrutábamos de la brisa marítima por un par de kilómetros para luego emprender el regreso al hotel y darnos un chapuzón antes del desayuno.
Casi todos los hoteles disponen de tumbonas donde tomar el sol, la playa nos gustó mucho pero les recomiendo de llevarse un par de zapatos de mar para poder disfrutar mejor si entran a nadar, las pequeñas rocas son un poco fastidiosas si no se cuenta con calzado. Además de Ialyssos están otras playas hermosas, desafortunadamente nosotras no contábamos con mucho tiempo para explorar toda la isla que es además muy grande.
Los atardeceres
Otra de nuestras actividades favoritas era la de ir a ver el atardecer a la playa. Como les mencionaba antes, nuestro hotel estaba justo a pocos metros del mar y era una gozada irnos a sentar a las tumbonas y esperar el caer del sol. Los maravillosos colores pastel que se intensificaban conforme pasaban los minutos es algo digno de gozarse, especialmente si como yo viven en una ciudad y a la playa van muy poco.
Ilyassos el pueblito es muy lindo de visitar, en realidad nosotras nos recorrimos solo una parte porque fueron pocos los días que estuvimos en Rodas (solo 5). Los negocios llenos de productos para la playa, los restaurantes que eran tantos que nos resultaba difícil de escoger donde cenar o desayunar, los cafés y bares, todo ello le dan al pueblo un encanto que no nos esperábamos. Además, el servicio de autobús nos resultó muy cómodo para ir y venir de la ciudad de Rodas cuantas veces quisimos. Yo quizás me esperaba (con un cierto recelo) un pueblo más pequeño y menos preparado para el turismo en general, pero resultó lo contrario y déjenme decirles que me gustó mucho.
El puerto
Seguro que cuando escuchan sobre el Coloso de Rodas lo primero que se imaginan es que la estatua estaba situada a la entrada del puerto, tal como la representan en algunas imágenes; pero hoy en día hay muchas teorías del porque dicha estatua no habría podido estar justamente ahí. En todo caso, las dos columnas que se ven a la entrada del puerto te causan una cierta impresión ya que inmediatamente las asociamos a una de las maravillas del mundo antiguo. Sobre cada columna (donde se supone reposaban las piernas del Coloso) encontrarán dos figuras de bronce de una pareja de ciervos, dichos animales son los emblemas de la ciudad.
Este puerto es la entrada marítima principal a la isla. Algo que destaca mucho son sin dudas sus molinos abandonados que datan nada más y nada menos que de la época medieval cuando su función era la de moler los cereales que los marineros mercantes traían a la isla de Rodas. Me pasé horas fotografiando estos molinos porque me gustaron mucho. Al atardecer son incluso más sugestivos, con los colores violetas y naranjas del cielo que pintan el paisaje de una manera única.
Además de los bonitos y particulares molinos al pie del mar, encontraremos el antiguo faro situado sobre su estructura defensiva de piedra. Este es un paseo que les recomiendo mucho porque es tranquilo y bello, además que no cuesta un solo centavo. Se pueden sentar en sus banquitas a disfrutar del día o la tarde.
Y claro, también se puede disfrutar de la vista de los lujosos yates o de las barquitas atracadas en el puerto, notarán como algunos de los barcos son tiendas flotantes en las que se venden artesanías, fruta y pescado fresco. El paseo marítimo es muy lindo y tranquilo además que aquí es donde encontrarán las mejores ofertas para los tours que se hacen fuera o dentro de la isla. Nosotras reservamos dos tours de los cuales les hablaré más adelante. Disfruten de este paseo mientras saborean un helado o una jugo fresco de fruta, siéntense en alguna banca a disfrutar del lento correr del tiempo. Es algo que recordarán por siempre.
A lo largo del paseo marítimo se encuentran varios restaurantes y tabernas donde se puede uno sentar en sus terrazas al aire libre a disfrutar de las delicias griegas tradicionales y contemplar el ir y venir de la gente en el puerto. El edificio más destacado en esta parte es el Nea Agora (nuevo mercado) que remplaza el viejo bazar.
Al final del malecón encontrarán la iglesia de la Anunciación, un imponente edificio ortodoxo que contiene pinturas góticas en sus paredes que fueron realizadas por el pintor religioso Fotis Kontoglou. Esta iglesia es además la catedral de la ciudad.
La ciudad antigua
Apenas entramos al casco viejo de la ciudad me asaltó un pequeño sabor amargo en boca: Me hubiera encantado que Max estuviera ahí conmigo, él adora las ciudades medievales y estoy segura que la parte antigua de la ciudad de Rodas le habría encantado. Pero mi compañero de viajes preferidos se había quedado en casa cuidando de nuestra perra, así que no me quedó otra que hacer muchas fotos para mostrarle al regreso a casa.
Apenas se pasa el túnel que separa el puerto con el casco antiguo nos encontramos con los restos del templo de Afrodita que podemos visitar sin costo alguno.
Caminando por esta zona se encuentran también el Museo de Artes y el Museo Arqueológico, es en este último donde se puede encontrar la famosa escultura de Afrodita de Rodas. Nosotras no entramos a ningún museo en ninguno de los días que estuvimos ahí porque nos la pasamos de tour en tour, pero si le dedican unos dos días enteros solo a la ciudad seguramente ofrece mucho para ver y entretenerse.
También encontraremos por este lugar el Albergue Auvernia donde se alojaban los Caballeros de la Orden de San Juan durante las cruzadas. Esta zona es muy tranquila y bonita de visitar. Aún a pesar de ser tan turística, nos agradó ver lo bien mantenido y limpio de las calles, el ambiente sereno y la arquitectura medieval.
Nuestro pasatiempo favorito en la ciudad de Rodas era la de perdernos en sus callecitas empedradas, curiosear en los negocios de artesanías, comernos un helado mientras caminábamos y ver a los locales que nos invitaban a entrar a comprar en sus tienditas. El entramado de callejuelas con arcos, las fuentes aquí y allá, las placitas con sus cafés y restaurantes hacen de este casco antiguo uno de los más bonitos que he visto hasta ahora.
Y hablando de calles, no se pueden perder la famosísima Calle de los Caballeros, tan turística como hermosa con sus puertas arqueadas en estilo gótico y sus posadas de dos plantas; se dice de esta calle que es la mejor conservada de Europa y que no obstante el pasar de los años continúa estoica y orgullosa de sus más de cinco siglos de historia. Subiendo por esta calle llegarán directamente a la entrada del Palacio de los Grandes Maestres.
Palacio de los Grandes Maestres
Apenas llegando a las puertas no pude resistirme y le marqué a Max con una video llamada para que al menos pudiera hacerse un tour virtual. Este imponente edificio fue construido en el siglo XIV por los Caballeros de la Orden de San Juan y destruido en 1856 por una explosión de municiones que los turcos almacenaban ahí mismo. Durante la ocupación italiana en 1912, fue restaurado respetando -afortunadamente- hasta el más mínimo detalle de lo que fue su arquitectura original. Las enormes columnas, sus imponentes puertas arqueadas y todo el ambiente general nos hace estar con los ojos bien abiertos tratando de apreciar lo más que podemos de tan hermosa arquitectura. Hoy en día, este palacio es un grande museo y podría decirles que si tienen poco tiempo para visitar la ciudad y debieran elegir un solo museo eligan este.
Mezquita de Solimán y torre del reloj
Situada en el barrio musulmán del centro histórico, esta mezquita se encuentra cerrada al público por reformas pero aún así se puede contemplar el esplendor de su edificio en tonos rosas y su soberbio minarete que despunta en medio de otras importantes construcciones. Fue construida en conmemoración por la victoria del sultán Solimán el Magnífico en la conquista de Rodas.
La torre del reloj es un edificio que data de finales del siglo VII durante el periodo bizantino. Subiendo a ella se pueden gozar de unas vistas espectaculares del puerto de Rodas y de los puntos más interesantes del la parte antigua de la ciudad como el Palacio de los Maestres, el puerto, la Mezquita de Solimán, además claro de la Acrópolis.
Es muy relajarte disfrutar de un paseo en el casco antiguo y las murallas que lo rodean, nosotras no llevábamos meta fija sino solo continuamos a caminar por el lugar encontrándonos en cada paso un rincón digno de fotografiar como el enorme jardín en los fosos que rodean la ciudadela y la centenaria puerta de Amboise. En general les recomiendo vayan a una hora en la que puedan disfrutar el paseo, por ejemplo por la mañana antes de las 11 o por la tarde un par de horas antes del atardecer.
Y claro que Rodas también tiene su parte moderna donde pueden pasear y visitar negocios, sentarse a tomar un café o un trago en alguno de los bares o incluso irse de fiesta por la noche. Nosotras solo paseamos por el lugar un poco y luego de haber regresado al puerto para tomar un par de fotos del atardecer nos regresamos a nuestro hotel porque en los días que seguían nos esperaban un par de excursiones que nos dejarían gratamente sorprendidas pero cansadas a mas no poder.
Y a todo esto, seguramente se preguntarán ¿Qué fue de la atracción principal en Rodas? Esto es, su Acrópolis. Resulta que nos dimos una pateada impresionante buscando la dichosa acrópolis. Subimos colinas, recorrimos barrios residenciales, preguntamos varias veces y al final dimos con un campo donde a lo lejos se veían unas ruinas grecas…rodeadas de andamios. Desoladas nos dimos la media vuelta y emprendimos el regreso a la zona del puerto. Rodas de seguro nos quería dejar con las ganas de su acrópolis, seguramente para que tuviéramos el pretexto de regresar.