Misión de la Purísima Concepción en California

Luego de la gran aventura en el Big Sur nos concedimos una noche de descanso en Lompoc para poder visitar al día siguiente la Missión de la Purísima Concepción. Esta misión es parte integral de La Purísima Mission State Historic Park fundado en 1935. Este parque tiene una extensión de 783 hectáreas y además de la misión incluye un jardín botánico.

La Purísima es actualmente el único ejemplo de lo que era verdaderamente el complejo de una misión católica española en California. Diez de los edificios están completamente restaurados y amueblados como cuando fué fundada, entre ellos la iglesia, los negocios, las salas para recibir, la herrería y el cuartel.


La misión fué la undécima a ser fundada en alta California por orden del padre Fermín de Lasuén el 8 de diciembre de 1787. El terremoto de 1812 destruyó gran parte de esta para luego ser reconstruída en un lugar más cercano al Camino Real, la reconstrucción terminó el 23 de abril de 1813.

La Purísima Mission State Historic Park fué uno de los muchos parques estatales bajo riesgo de clausura en el 2008, afortunadamente este triste evento fué evitado justo al último momento.

Sobre las huellas de Zorro

La primera cosa que llama la atención apenas se entra en la misión son sus colores; el rosa intenso con un cielo azul y luminoso, el blanco de las otras construcciones, el silencio y la paz que se rompe solo con los sonidos de los animales en la granja y tu que te sientes transportado en el pasado, miras las colinas detrás de la mansión y esperas que de un momento a otro se perfile la silueta del Zorro sobre su caballo negro y se escuchen los gritos del Sargento García que sale corriendo del cuartel y….justo en ese momento, el jardinero de la misión arranca la motosierra regresándote con su ruido estridente a la realidad.

La visita es muy interesante, la pequeña iglesia non demasiado rica pero igual es linda, pasear por las salas y ver los objetos originales de esa época, luego ver las ricas salas del abad donde recibía a los mercaderes y vendía el cultivo; el tiempo pasa rápido y no te das cuenta, quisieras quedarte un poco más pero entonces escuchas esa vocecita que te dice: Cariño, vamos, te voy a llevar a un lugar a sorpresa, está aquí cerca a pocos kilómetros. Subes al carro y por el retrovisor das una última mirada y piensas: Si, en Zorro era exactamente así la misión.

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