Kamakura, Japón

Kamakura es una ciudad que se encuentra a 50 km de Tokyo, en 1192 el Shogun Minamoto la convierte en la capital del imperio gracias a su posición estratégica. Al día de hoy, Kamakura es conocida por sus templos y por su gran estatua de Buddha la cual visitan cientos de turistas todos los días tomando un tren desde Tokyo que en algo así como una hora los lleva a esta ciudad. Y eso fue precisamente lo que hicimos nosotros.

Apenas llegamos nos dimos a reconocer en nuestra calidad de turistas al no encontrar la salida en la pequeña estación hasta que un local se apiadó de nosotros y al vernos tan despistados nos indicó la salida que daba hacia la oficina de turismo que era lo que precisamente estábamos buscando.

Tomamos pues un bus que nos llevó a la atracción principal: El templo Kōtoku-in y su gran Buddha. Apenas entramos nos dirigimos hacia la gran estatua, el gran Daibutsu.

Dicha estatua tiene una historia particular: Aunque hoy en día se encuentra al externo del templo en un bonito jardín, no siempre fue así. Haste el sigo XV el Daibutsu se encontraba dentro de un templo que desafortunadamente fue destruido de un potente tsunami, dejando (afortunadamente) la bellísima estatua intacta. Desde entonces, el Daibutsu fue dejado a la interperie y ahí sigue recibiendo a sus miles de visitantes.

Maricruz y yo nos sentamos en un rincón del jardín a admirar tranquilamente la belleza del lugar. El gran espacio y las montañas que se divisan a lo lejos, el Buddha imperturbable desde siglos atrás, todo ello era una alegría para los ojos. Si bien lleno de turistas, nos damos cuenta que en su mayoría son respetuosos y reina el silencio.

Tomamos tantas fotos, selfies y demás hasta que fue el momento de dejar el lugar para ir a visitar otro que yo tenía en mente: El An’yo-in, ahí en su cementerio está sepultado el gran director japonés Akira Kurosawa, una gran persona que personalmente me tocó conocer cuando yo era pequeño y practicaba Judo con su nieto en Roma.

El templo An’yo-in se encuentra a más o menos 2km de distancia del Gran Buddha y nuestra idea era de dar un largo paseo por la ciudad mientras visitábamos alguno que otro templo por el camino. Desafortunamente no siempre las cosas salen como planeado y un gran problema se nos presentó cuando Maricruz no pudo dar un paso más a causa de una ampolla que le venía molestando en un dedo de su pie desde el dia anterior. Hizo lo que pudo, aguantó lo más posible otro par de templos pero a un cierto momento el dolor era tanto que no le fue posible continuar.

Mi pobre esposa no queriendo arruinar el paseo propuso de tomar el bus o un taxi pero me di cuenta que en realidad no estaba disfrutando ese día como normalmente lo hace cuando estamos de viaje así que le dije que mejor comiéramos algo y regresáramos a Tokyo más temprano ya que esa noche saldríamos con nuestros amigos Keiko y Taka, lo mejor era que se reposara y recuperara un poco si quería seguir disfrutando del viaje.

Por lo tanto decidimos de regresar a Tokyo y dejamos una lista de pendientes de ver la próxima vez que estuviéramos por estos lares. En resumen, en Kamakura hay muchas cosas por ver, por ejemplo el Tōkei-ji (un monasterio femenino que alojaba mujeres que querian divorciarse del marido), el Kenchō-ji lugar de nacimiento del Zen japonés, el Kamakura-gū, lugar donde Morinaga fue ajusticiado a mano de los hombres de Ashikaga Tadayoshi y muchos otros más.

Kamakura nos gustó y el Gran Buddha es verdaderamente grande, grande. El lugar completo te llena de paz y serenidad aún en medio del caos turístico. En realidad toda la ciudad si bien muy turística es interesante y bonita, basta tener un poco de paciencia y se puede ver todo en completa calma.

Da Kamakura siamo tornati a Tokyo per cenare e salutare i nostri amici Keiko e Taka, il giorno dopo avremmo lasciato Tokyo per dirigerci verso Takayama e il Giappone rurale, e lì lo spettacolo era assicurato.

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