Castillos romanos
El jueves pasado, decidimos junto con unos amigos de ir a visitar algunos de los Castillos de Roma, en realidad no son castillos, sino un grupo de pueblitos de lo más pintorescos y hermosos. En Wikipedia pueden encontrar una lista de todos los castillos y un poco de información sobre lo que pueden encontrar en cada uno de ellos.
Yo a pesar de vivir aqui ya de tantos años no los he visitado todos, así que me he propuesto que este año lo haré y visto que no están tan lejos el uno del otro pues en un día se pueden visitar dos o tres si así se desea. Claro, en verano es un poco pesado por el calor que hace, pero en estos días el clima ha estado muy generoso y hay que aprovecharlo lo más que se pueda.
Ariccia
Ariccia fué el primer lugar que visitamos, llegamos por la mañana y el olor tan apetitoso de la porchetta fué tan irresistible que decidimos de tomar un tentempié antes de decidir donde comeríamos, Max y yo optamos por compartir un panino. Cabe mencionar que este lugar es famoso por la porchetta tan buena que hacen y por las fraschette donde por muy pocos euros se come divinamente.
Nosotros decidimos de dar un paseo antes de buscar donde comer y luego de pasear por cerca una hora y media y de zamparnos un fresquísimo aperitivo en un bar de la calle principal decidimos de probar suerte en una de las muchas fraschette que había por la zona.
No nos desilusionó y por 15€/p saboreamos un ríquisimo antipasto de: Mozzarella de búfala, porchetta, jamón, salchichitas, espinacas salteadas con ajo, piminientos, patatas con bacon, salami, queso, pizza blanca y pan de horno de leña. Luego le seguimos con un plato de pasta fresca del cual estaba la opción de escoger el condimento de tu gusto. Lanja y yo escogimos la griccia mientras que Max y Antonio pidieron la amatriciana. Todo esto por supuesto rocíado de un buen rojo de la zona. De dulce nos llevaron tartinas de chocolate y cereza y finalizamos con un buen café como todo italiano que se respete.
Castel Gandolfo
Vistas las cantidades industriales de comida consumida en las últimas horas, pensamos en dar un salto al siguiente pueblo a pasear un poco y ayudar a la digestión. Bastaron poquísimos minutos solamente para llegar a Castel Gandolfo. Dejamos el carro al inicio de una colina y emprendimos la subida a paso muy pero que muy lento (el almuerzo aún pesaba!).
Encontramos la plaza casi desierta y el clima agradablemente fresco. Pasemos por el lugar, tomamos fotos y luego de sentarnos un rato y embelesarnos con la hermosa vista del lago Albano emprendimos el regreso hacia el carro.
En la parte opuesta de Castel Gandolfo hay un sitio de reunión para hacer parapente. Detuvimos el carro y nos bajamos a hacer un par de fotos a los muy valientes deportistas.
Nemi
Nemi fué nuestra tercera y última visita del día. El lugar lucía bañado por los rayos del sol vespertinos y la gente en la calle principal y placita se gozaba los últimos días de verano. Nos encaminamos por sus calles llenas de negocios y cafés y nos deleitamos la vista con lo hermoso del lugar.
Llegamos a uno de los miradores y nos quedamos un rato disfrutando de la bella vista del lago di Nemi en el fondo del crátere, luego nos encaminamos de regreso haciendo una parada en una heladería para saborear los helados y tartinas que ofrecía. Finalmente y a eso de las 8pm tomamos el carro y emprendimos el regreso a Roma.
Por cierto, Nemi es famoso por lo delicioso de sus fresas y cada año se celebra aqui la sagra delle fragole (feria de las fresas).
Notas:
En los castillos romanos hay mucho que ver y visitar, el nuestro fué solo un paseo y en realidad no entramos a ningún museo/jardín como tal vez sea lo más recomendable de hacer, el caso es que viviendo tan cerca no se puede dejar de pensar en “igual vengo otro día!”…quien sabe luego si de verdad se realiza ese deseo.
En todo caso, si desean una guía sobre que cosa ver y/o visitar en los diferentes pueblos que conforman este grupo pueden visitar la página de los castillos en welcometorome.net