Djerba, Túnez

Te dices muchas veces que a ti no te va a pasar, que los discos (en ese entonces) están por algo, que harás trescientos backups -a falta de negativos- y que los guardarás bajo llave en algún lugar imposible de encontrar (tan imposible que luego tu mismo no los encuentras). Y sin embargo te pasa. De aquel viaje nos quedaron solo un par de fotos donde salimos Max y yo (hechas con el super celular de él), todas las demás están en el limbo de Pixelandia. He buscado y rebuscado en todos los cajones los discos de backup que hice en ese entonces. Nada, Niente, Nothing.

Visitamos Djerba, Túnez allá por el 2004. Teníamos una cámarita Nikon Coolpix 2100, de esas que prometían ser lo último en digitales point & shoot y que luego de dos fotos se descargaban las baterías. No recuerdo cuantas fotos tomamos, pero si los lugares que visitamos y la cálidez del guía que nos llevó a la puerta del Desierto del Sahara, mi primera vez en un desierto.

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Mi primer impacto con el pueblo tunecino fué brutal: Pasó que me tuvieron detenida por unos minutos (como 20) mientras revisaban mi visa para entrar, haciendo que otras 18 personas esperaran ya arriba del autobús a que yo saliera del aeropuerto (el único viaje all inclusive que hemos hecho en nuestras vidas). Los oficiales tunicinos se desgajaban los sesos tratando de adivinar que hacía una mexicana visitando ese país. Todo se arregló cuando mostré mi permiso de residencia en Italia y me dejaron pasar sin inmutarse.

Llegamos a nuestro hotel a eso de la medianoche, nos recibieron con bebidas frescas y bocaditos en lo que nos registraban. Pasaron tantas cosas y tan rápidamente (estuvimos solo una semana) que lo único que se me ocurre es hacer una lista, de esas que me gustan tanto, para contarles un poco nuestra experiencia en el país árabe:

[dropcap letter=”1″]El hotel estaba monísimo, tenía dos piscinas y varios lugares de recreo. Mesas para jugar ping-pong, barecitos para tomar bebidas frescas, tumbonas en la playa, restaurante (enorme), etc. Las habitaciones eran pequeñas, cada una con un balconcito que daba a la playa y frescas.

[dropcap letter=”2″]Nuestro paquete incluía todas las comidas (desayuno, comida y cena) y bebidas (menos los destilados). Comimos ríquisimo, probamos de todo y si bien los cocineros eran italianos algo de auténtico tenían y eso era los ingredientes frescos. Frutas, ensaladas, cous cous (la primera vez que lo comí!), pescado y muchas cosas deliciosas.

[dropcap letter=”3″]Había muchísimas actividades, por ejemplo: Pasear a caballo por la playa, andar en acquamoto, jugar beach volley, jugar cartas, hacer acqua gym, bailar. Por las noches hacían espectáculos y había una discoteca en el hotel, pero nosotros tímidos como éramos nunca nos incluímos en dichas actividades.

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[dropcap letter=”4″]Aparte se contrataban varias excursiones, una de ellas era visitar el la puerta del Sahara y Matmata el pueblito donde se filmó parte de Star Wars IV y que fué la que escogimos. De esa excursión recuerdo varias cosas, pero muchas se me confunden con nuestro viaje a Marruecos. Los colores terracotta se mezclan en mi memoria y los olores de las especias me traen recuerdos parecidos de ambos países. Sin lugar a dudas una de las cosas que más me quedaron presentes fueron las asentaderas adoloridas luego de un paseo en camello, cosa que repetí en Marruecos y que dice mucho de lo ignorante y masoquista que era.

[dropcap letter=”5″]De la misma excursión me queda el recuerdo dulce de nuestro guía, verdadero apasionado de su país y su historia, me queda también el recuerdo del alba saliendo de Djerba y la emoción de lo que nos esperaba en ese paseo. Me acuerdo de la tierra dura en algunas paradas, del polvo presente en todas partes, de las casas enblancadas con cal y sus puertas con pescados azules. Recuerdo haberle tomado una foto a una señora y de haberme sentido Steve McCurry luego de haber visto que hermosa había salido…foto que seguramente nunca voy a encontrar.

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No tengo fotos pero tengo muchos recuerdos, aunque algunos ya están desenfocados por los años pero mi marido -que tiene memoria de elefante- se encarga de refrescarme la memoria de vez en cuando.

@Free Royalty photos (lo siento! si un día encuentro nuestros archivos perdidos prometo de actualizar este post con fotos hechas por nosotros).

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