Ciudad de México
Es muy díficil escribir un post sobre que cosa ver o hacer en Ciudad de México porque hay tantas cosas que la ciudad ofrece que puede resultar abrumador, por eso pienso que el subtítulo del post debería ser: Que es lo que hemos hecho nosotros cuando vamos a Cd. de México.
Dicho esto, para nosotros es siempre una tapa obligatoria el quedarnos al menos dos días en esa ciudad cada vez que vamos (o que voy) a México. No solo nos permite descansar del vuelo de 12-14hrs desde Roma, si no que aprovechamos y en cada visita vemos a los amigos que tenemos en la ciudad, vamos a visitar a algún lugar lindo o simplemente disfrutamos de la rica comida que ofrece la capital.
Este post es una especie de recopilación de las veces que hemos ido Max y yo juntos, la cosa curiosa es que si bien está fechado en el 2010, algunas de las fotos son de años más recientes (2013) y otros de años tan atrás como el 2004.
Centro Histórico
Visitar el centro histórico en Cd. de México es una de las cosas que más les recomiendo de hacer. Pasear por sus calles adoquinadas, escuchar el cantadito de los comerciantes que tratan de hacerlos entrar a sus negocios, admirar los edificios antiguos como el Antiguo Colegio de San Ildefonso. Todo ello con una atmósfera muy capitalina, en una ciudad centenaria que aún mantiene el encanto de pueblo viejo y que se ha ganado el honor de tener un centro que sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
El Zócalo, la Catedral Metropolitana y el Palacio Nacional
El Zócalo, que en realidad se llama Plaza de la Constitución, es la segunda plaza más grande en todo el mundo y la primera entre los países de habla hispana. Esta plaza es el centro de eventos de todo tipo, desde festejos patrios hasta punto de encuentro para protestas y huelgas. De las veces que ha ido Max ni una sola le ha tocado verla de fiesta o verla en todo su esplendor porque ha estado siempre tomada por las personas en huelgas (la última vez en el 2013 eran los maestros los que habían hecho el campamento base ahí). Pero no solo eso, el Zócalo ha sido también sede y testigo de hechos importantes en el país y su historia, lo que lo hace una parte muy apreciada para el pueblo mexicano.
La Catedral Metropolitana
La Catedral Metropolitana se ubica al norte del la plaza del Zócalo, tiene cuatro fachadas con puertas flanqueadas por antiguas estatuas y columnas. El interior de la misma está ricamente decorado, no hay un solo lugar donde “descansar” la vista, por donde se mire hay altares, pinturas, esculturas, columnas, muebles, arcos, bóvedas. Se necesitaron casi tres siglos para completarla (del 1573 al 1813). La primera piedra para costruirla la colocó Hernán Cortéz y fueron utilizadas piedras que habían formado parte del Templo Mayor.
El Palacio Nacional
Este edificio fué construido como segunda vivienda para Hernán Cortéz, encima de nada más y nada menos lo que era una parte del palacio de Moctezuma. En el Palacio Nacional se pueden apreciar hoy en día algunos bellísimos murales de Diego Rivera que narran la historia de México. Aqui también, cada año desde su balcón, el Presidente del país da el “Grito” y hace sonar la misma campana con la cual el cura Hidalgo llamó al movimiento armado más importante de México: La Independencia.
Templo Mayor y Museo de Sitio
Tuvimos la suerte que a visitar este lugar nos llevó mi amiga Roxana, porque yo soy malísima para la historia y el pobre de Max se hubiera aburrido de ir a ver solo piedras sin ningún tipo de explicación. El Templo Mayor era el lugar donde se reunían las ofrendas sagradas y donde se adoraban a los dioses de la guerra y de la lluvia. Albergaba 78 edificios, todos están señalados en el mapa que les entregan a la entrada.
El sitio se encuentra en pleno rayo de sol, por lo que si bien es pequeño, de todos modos es recomendable visitarlo cuando el sol no esté tan alto o en su defecto llevar un sombrero para protegerse y agua para calmar la sed.
Después de la visita a las ruinas nos fuimos al Museo de Sitio, ahí mismo al lado, donde pudimos apreciar muchas de las piezas prehispánicas recuperadas durante las excavaciones en las ruinas de Tenochtitlán, así también como el monolito de Coyolxauhqui (del que Rox nos dio una lección digna de una lección de historia) y el imponente relieve de Tlaltecuhtli.
Los Danzantes
En mi pueblo natal los conocíamos solo como danzantes, en la capital se les conoce como concheros (me imagino por el uso de conchas en sus vestimentas y como instrumentos) y son grupos de danza con raíces prehispánicas y cristianas (una mezcla, vaya). Los van a ver sobre todo si hay alguna fiesta religiosa como el día de la virgen de Guadalupe o la Candelaria. Son muy entretenidos de ver, si andan por el centro los encuentran a un lado de la Catedral, no se les olvide de dejarles una oferta, seguro se la merecen.
Caminar por Reforma
En la foto de inicio pueden ver uno de los monumentos más representativos de la Cd. de México: El Ángel de la Independencia, mismo que se encuentra en la Avenida Reforma, la calle más elegante de la ciudad donde pueden encontrar edificios modernos, hoteles, además de tiendas y monumentos importantes. Quedándonos siempre en hoteles en esa avenida, nos resulta muy cómodo salir a pasear por ella en las mañanas, a veces solo un par de cuadras en lo que se nos abre el apetito y regresamos al hotel a desayunar, otras por un par de kilómetros para hacer un par de fotos. Hay también en casi cada esquina bicicletas para rentar, nunca lo hemos hecho pero me imagino que es una buena opción para recorrerse la avenida de arriba a abajo por su pista ciclable.
Altar a la Patria
Caminando por la avenida Reforma llegamos hasta el bosque de Chapultepec donde nos recibe su bellísimo Altar a la Patria que está constituido por seis columnas de blanco mármol italiano, en lo alto de cada una un águila y una antorcha de bronce sobresalen. Al centro del complejo está representada la patria en forma de mujer que sostiene en sus brazos la estatua de un cadete mientras otro de pie la acompaña.
Nos quedamos en la zona por un poco disfrutando de lo bello del lugar. Trato de explicarle a Max -en mi escaso conocimiento- la historia de los niños héroes, así el pobre al menos sabe que significan las blancas columnas y las estatuas.
Bosque y Castillo de Chapultepec
El Bosque de Chapultepec
El parque urbano más grande de latinoámerica y el pulmón verde más importante de la ciudad. Es punto de encuentro y recreo para los capitalinos y turistas, es tan grande que se necesitan varias horas para recorrer a pie sus zonas. Esta hermosa zona verde alberga árboles centenarios y fue parte importante de la cultura prehispánica, así como lo es ahora para las nuevas generaciones.
Para mi, este parque representa parte importante de mi niñez, cuando viajábamos a la capital, recuerdo que mi papá Gabino nos llevaba siempre a visitarlo. Recuerdo el ambiente de fiesta, los cilindreros, los algodones de azúcar, los noviecitos en las lanchas, las nieves de frutas, la gente haciendo picnic, los que paseaban en bicicleta. Tengo una foto de mi y dos de mis hermanos, yo tengo algo así como cuatro años y estamos en el Bosque de Chapultepec, se puede decir que somos viejos amigos.
El Castillo de Chapultepec
El único castillo real en toda América latina fue edificado bajo el mandato del virrey Bernardo de Gálvez y era destinado como casa de veraneo. Fue sede del Colegio Militar, hogar del Emperador Maximiliano I de México y casa de algunos presidentes del país.
Subimos a pie (hay también un trenecito) hasta la cima donde se encuentra el Castillo, hoy dia sede del Museo Nacional de Historia. En sus salas nos echamos un clavado en el pasado con la transformación del México independiente: Esculturas prehispánicas, mapas de los primeros trazos de la ciudad, la bandera del Primer Imperio, la Corona de Benito Juárez, pinturas al óleo y claro, sus hermosos murales.
Definitivamente les recomiendo de visitar este lugar tan emblemático, en pocos lugares al mundo algo tan antiguo sigue siendo al mismo tiempo tan actual. El Bosque y el Castillo de Chapultepec es uno de esos lugares que se quedan en la memoria de cada uno.
Barrio Coyoacán
Su nombre significa “Lugar de quienes tienen coyotes” y fue el primer ayuntamiento que fundó Cortéz donde aún se encuentran bellas mansiones barrocas y hermosos templos de la época. Ha sido hogar de numerosos cantantes, pintores, poetas, escritores y en general de los amantes del arte.
Coyoacán es historia y pura cultura, lo sientes caminando por sus calles antiguas, en cada casa pintada de colores intensos, en sus viejas fonditas y cervecerías, en sus bazares de objetos viejos y como no, en su Mercado de Antojitos donde Max y yo nos hemos dado cada atracón que nos ha dejado casi en coma.
La Casa Azul
Fuimos a la casa de Frida Kahlo por recomendación de Roxana. Yo personalmente no soy una fan de la pintora aunque debo admitir que algunas de sus obras me parecen interesantes y hermosas; ir a la casa donde vivió ella y Diego Rivera me pareció una buena idea. En la Casa Azul podrán ver algunas obras de la pintora, así como objetos personales, entre ellos las cartas de amor que se escribían Diego y ella, además del espejo que utilizaba para pintar postrada en cama después del accidente con el autobús.
Y bueno, además de todo lo que hemos visto en estos años en Cd. de México, en particular este año (2010) nuestro viaje estuvo salpicado de anécdotas y otras curiosidades, entre ellas:
- Jamás, jamás. Viajen con Lufthansa. De verdad, es increíble la cantidad de alcohol que sirven en esa línea y como durante todo el viaje las hostess pasan cada 5 minutos con su carrito repartiendo cerveza, vinos, vodkas, etc. Y sobre todo, no querrán viajar con doscientas personas borrachas e incontrolables ¿verdad?.
- El hotel en Cd de México nos dejo con ganas de demandarlos a la PROFECO por la malísima administración que tienen. Entre otras cosas nuestra habitación no estaba disponible, nos mandaron a otro hotel en el cual no tenían ni idea de que hacíamos ahi, al dia siguiente nos ofrecieron el desayuno pero los del restaurante tampoco tenían idea y he ahi otra verguenza que pasamos. De regreso al hotel (el que habíamos reservado), nos dieron una llave que no era la de nuestra habitación.
- En el bar nos sirvieron unas margaritas que parecían hechas por un alcoholico, por la cantidad tan alta de tequila (y eso que le había advertido al barman de no hacerlas tan cargadas). En fin… un montón de detalles que nos hicieron arrepentir el haber escogido ese hotel. Cosas que pasan.
- !Comí pinole! Eran fácil unos veinticinco años que no lo comía, desde que mi mamá me vestía de indita para el novenario de la virgen de Guadalupe en diciembre.