China, país milenario

Ya estoy de regreso. No puedo creer que dejé casi dos meses abandonado esto, la excusa podría ser la misma de siempre: Trabajo; pero la verdad es que en esta ocasión al trabajo lo dejé de lado y con mochila en mano nos fuimos mi marido y yo a pasar unas semanas inovidables en China.

Nuestra primera parada fué en Shanghai, luego de ahí nos movimos hacia Suzhou para después viajar hacia a Tunxi listos para subir la montaña amarilla de Huangshan, en Anhui (la región donde se encuentra dicha montaña) visitamos además algunos pueblos antiguos, tales como: Chengkan, TangmoShexian.

Visitamos también el pueblito de Hongcun que es donde se filmó la película “El Tigre y el Dragón”, así como la foresta de bambú que está en el pueblito de Mukeng donde por cierto, nos perdimos.

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[column][imagebox maintitle=”Shanghai” subtitle=”La Perla de Oriente” image=”http://maricruzavalos.com/blog/wp-content/uploads/2013/05/IMG_7242.jpg” color=”white” space=”30″ link=”https://www.maricruzavalos.com/shanghai-china/”][/column]
[column][imagebox maintitle=”Suzhou” subtitle=”Ciudad de canales” image=”http://maricruzavalos.com/blog/wp-content/uploads/2012/11/IMG_7574.jpg” color=”white” space=”30″ link=”https://www.maricruzavalos.com/suzhou-china/”][/column]
[column][imagebox maintitle=”Anhui” subtitle=”Yellow Mountain” image=”http://maricruzavalos.com/blog/wp-content/uploads/2013/05/IMG_7781.jpg” color=”white” space=”30″ link=”https://www.maricruzavalos.com/tag/anhui/”][/column]
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De ahí tomamos un autobús unos días después para ir a Hangzhou, la cual por cierto nos gustó mucho, a pesar de que desafortunadamente los dos días que estuvimos nos tocaron con lluvia y los paseos alrededor de su bellísimo lago los hicimos con impermeable.

De Hangzhou tomamos un vuelo para Xian, para visitar el Ejército de Terracota y de ahí nos movimos otra vez en tren a pasar unos días a Pingyao que es donde se filmó la película La Linterna Roja y visitamos además los alrededores (Jiexiu) donde está la Residencia de la familia Wang y un pueblito cerca llamado Zhangbi donde se encuentra una fortaleza subterránea.

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[column][imagebox maintitle=”Hangzhou” subtitle=”Paseando por el lago” image=”http://maricruzavalos.com/blog/wp-content/uploads/2013/05/IMG_8144.jpg” color=”white” space=”30″ link=”hangzhou-china/”][/column]
[column][imagebox maintitle=”Xian” subtitle=”Terracota Army” image=”http://maricruzavalos.com/blog/wp-content/uploads/2013/05/IMG_8244.jpg” color=”white” space=”30″ link=”https://www.maricruzavalos.com/xian-china/”][/column]
[column][imagebox maintitle=”Pingyao” subtitle=”Red Lanterns” image=”http://maricruzavalos.com/blog/wp-content/uploads/2013/08/IMG_8298.jpg” color=”white” space=”30″ link=”pingyao-china/”][/column]
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De Pingyao tomamos un tren que nos llevó a Datong y en el cual nos quedamos dos días para visitar El Templo Colgante (Xuankong) y las Grutas de Yungang, donde están los budas esculpidos en piedra.

Tomando un autobús llegamos a nuestra última meta: Beijing, donde estuvimos 5 días y visitamos la Ciudad Prohibida, Plaza Tianmen,  El Templo del Cielo, el Templo de Confucio, los Hutong, El mercado de las perlas, el mercado de la seda, mercados nocturnos para comer , Torre de la campana, Torre del Tambor y obviamente, La Gran Muralla (en Mutianyu) – entre otras cosas.

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[column][imagebox maintitle=”Datong” subtitle=”El Templo colgante y El Gran Buda” image=”https://www.maricruzavalos.com/wp-content/uploads/2013/08/IMG_8655.jpg” color=”white” space=”30″ link=”https://www.maricruzavalos.com/datong-china/”][/column]
[column][imagebox maintitle=”Beijing” subtitle=”Conociendo la Ciudad Prohibida” image=”http://maricruzavalos.com/blog/wp-content/uploads/2013/08/IMG_8705.jpg” color=”white” space=”30″ link=”https://www.maricruzavalos.com/beijing-china/”][/column]
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En lo que se refiere a la gente, la encontramos muy hospitalaria y muy abierta, si bien hablan un inglés muy rudimentario e incluso en algunos hoteles no todos los de la recepción lo hablan, trataban siempre de darse a entender o iban y buscaban a alguien que lo hablara mejor. Siempre nos sentimos seguros caminando por las calles, a pesar de habernos perdido un par de veces y con excepción de una experiencia aterradora que tuvimos en Suzhou (a causa de la manera que tienen de manejar y de la cual no estamos acostumbrados), nos encontramos muy a gusto en todos los sitios.

Los hoteles son por debajo de los estándares europeos por lo que si reservan un 5 estrellas al llegar se darán cuenta de que en realidad es de 3. Encontramos en Shanghai un problema muy fuerte con las alcantarillas, si bien la ciudad es muy limpia (como casi todas las ciudades que visitamos), de la ducha de nuestra habitación por ejemplo salía una pestilencia que era insoportable. Por lo demás todo perfecto, dormimos  en hoteles de 5 estrellas, en soft y hard sleeper en el tren y en hosteles muy modestos (como el de la punta de la montaña Huangshan). Fué divertido y una experiencia única.

Con la comida no tuvimos tanta suerte ya que la cuestión del idioma es algo que nos limitaba mucho. En los hoteles era más fácil comunicar (aunque a decir verdad la palabra “fácil” es relativa), en los restaurantes de fuera era casi imposible.  Practicamente me la pasé comiendo elote cocido que vendían por las calles, era mi desayuno y a veces mi cena también, y es que solo el olor de la comida friéndose me revolvía el estómago, no sé porque. La verdad es que me regresé muy desilusionada por esa cuestión, yo creo que no estaba preparada para ello y aunque siempre me jacto que en todos los viajes que hacemos jamás pisamos un MacDonald’s, esta vez tuve que dar mi brazo a tocer y desayunar varias veces por ejemplo en Starbucks, para luego cenar también en Pizza Hut.

[imagebox maintitle=”Chinese Food” subtitle=”Lee nuestra experiencia (positiva!) con la comida china.” image=”https://www.maricruzavalos.com/wp-content/uploads/2016/01/IMG_7676.jpg” color=”white” space=”60″ link=”https://www.maricruzavalos.com/que-comimos-en-china/”]

Subimos colinas, montañas, forestas de bambú, escaleras y caminamos tanto que en todo momento pensamos que la inversión que hicimos comprando unos -muy caros- zapatos de trekking antes de partir fué la mejor decisión de nuestras vidas. Hicimos compras, trajimos regalos y aunque estábamos encantados viajando, extrañábamos nuestra casa y nuestra gata. Así somos de cursis.

Y ahora que se han leído este pequeño resumen (figúrense si les contaba todo con detalle!), espero que se la estén pasando muy bien en este hermoso otoño. Les dejo miles de abrazos y les doy las gracias, como siempre, por leerme y estar aqui.

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