Burano y Murano

Visitar estas dos islas es una de las cosas que no se deberían perder si están visitando Venecia. El paseo les puede llevar todo el día y por ello es una idea hacerlo por su cuenta, así se pueden recorrer ambas islas con calma y a su voluntad. Para ir a ambas islas es necesario tomar un vaporetto desde Venecia, en esta página pueden ver horarios y precios.

Burano

Antes de hacer este viaje en el Veneto, yo nunca había escuchado hablar de Burano. Max me había dicho cuando aún estábamos en camino: Verás que te va a gustar, es pequeña y las casas son de colores brillantes; rosas, amarillas, azules, verdes, naranjas. Parecen confetis esparcidos en el suelo. Y yo de ahí no hice otra cosa que pensar en Burano y sus casas coloridas. Normalmente se hace primero Murano y después Burano (que está un poco más alejada) pero mi ansia por el arcoiris que me esperaba era mucha y nosotros hicimos primero la de las casas coloridas, no fuera que de esperar tanto ¡perdieran color!

Lo primero que verán no apenas lleguen a la isla son las maravillosas casas pintadas de colores brillantes. Eso bastará para ponerlos de buen humor aun cuando el día esté nublado y gris. Sepan que las casas antiguamente se pintaban de colores para permitir a los pescadores de reconocerlas cuando había demasiada niebla, hoy en día claro, los siguen haciendo por tradición más que por otra cosa.

Tomen un montón de fotos y caminen por sus calles estrechas. Burano se disfruta así, lentamente mientras se saborea un helado en verano o un café calientito en invierno, no se necesita de mapa o mayores explicaciones porque la mayor parte de la gente aquí viene a callejear. Por su colorido, Burano parece estar de carnaval todo el año; vayan caminando hasta el pequeño puerto donde verán las casitas que están en “las afueras” y el muelle con sus lanchas, es una zona muy bonita para hacer un par de fotos.

A la hora de la comida y si los agarra en esta isla, no se preocupen que hay para todos los gustos y bolsillos, los restaurantes se concentran en la parte central junto a la iglesia, mientras que en otras calles encontrarán loncherías y cafeterías que les permitirá de tomarse un bocadillo sin dejar un riñón empeñado. Nosotros comimos aquí un pedazo de pizza con una bebida y nos sentamos en las mesitas que hay afuera de los establecimientos a saborear el día y nuestra comida.

Burano es además conocida por la elaboración de encaje (hay hasta un museo) y por su hermosa torre inclinada, ya, Pisa no es la única torre que se está cayendo, en realidad en Italia hay muchas torres así y Burano posee también una que se puede apreciar desde la lejanía: La iglesia de San Martino Vescovo de Burano es alta de 53 metros que con el pasar del tiempo y tras el ceder del terreno se ha ido inclinando de casi dos metros. En lo alto de la torre había una escultura de un ángel en bronce que se cayó durante una tormenta en el año de 1867, de ello solo queda la base de piedra donde se apoyaba la escultura.

Visitar Burano les llevará muy pocas horas, pero eso la hace además muy atractiva. En temporada de lluvia no se olviden de llevar un buen par de botas de agua y un impermeable para que no se les arruine el paseo. Como pueden ver en las fotos, nosotros estuvimos en un día bastante tranquilo, había muy poca gente por las calles y eso nos permitió tomar fotos con las calles desiertas. Estamos hablando que era febrero y ese cielo azul que ven era el resultado de dos días anteriores de lluvia la cual barrió con todos los nubarrones dejándonos un cielo limpio y brillantemente azul.

Murano

Murano, después de Venecia es la isla más grande de la laguna veneciana. Conocida sobre todo por la elaboración de objetos de cristal que van desde pequeñas figuras hasta verdaderas obras de arte como ventanales para iglesias. Por todas partes se van a encontrar negocios que ofrecen objetos hechos con este cristal y aunque los precios no son para nada económicos, la calidad es indiscutible. Además, en Murano no es todo vidrio forjado, aquí en esta isla podremos encontrar también una de las iglesias más antiguas de la laguna: La Basílica de Santa Maria y San Donato la cual los venecianos llaman comunmente, il Duomo di Murano.

Como recomendación para las compras les puedo decir solo que tengan siempre cuidado donde adquieren. En los últimos años Murano se ha visto invadida por negocios que venden solo réplicas a precios muy bajos, haciendo que los verdaderos artesanos y negocios locales familiares sufran las consecuencias de una competencia desleal. La isla de Murano se remonta a la época del imperio romano y con el pasar de los años se fue desarrollando como puerto pesquero y centro de comercio.

Recorriendo la isla se van a encontrar con varias obras fantásticas en tamaño grande esparcidas aquí y allá; un Museo del vidrio que vale la pena visitar y varias iglesias que dan un toque romántico al lugar.

Hablando de estas, en esta pequeña isla encontrarán la Iglesia de San Pietro Martire, que fué nada menos edificada a mitad del 1300 para ser terminada a inicios del 1400, aunque un incendio la destruyó completamente y lo que ven ahora es la “nueva” reconstrucción que data del 1500; dentro la iglesia podrán encontrar además dos obras de arte del veneciano Giovanni Bellini y una tela de Paolo Veronese. Yo aún me sorprendo cuanto sea fácil acceder al arte gratuitamente en Italia, esta iglesia es una prueba de ello.

Ir a una fábrica de vidrio y ver una demostración de como lo laboran pienso sea la atracción principal, se van a pasar los minutos embobados mirando cómo un artesano toma un trozo de “algo” y en unos minutos los transforma en algo bello y delicado. Si por algo encuentran las fábricas cerradas y no pueden ver la demostración, no se preocupen que lo podrán hacer quizás en la otra isla, Burano.

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