Aguascalientes, México

Escribir este post para mi es muy emotivo. Aguascalientes fue mi hogar durante unos buenos 10 años y hasta el día de hoy cuando me preguntan que de que parte de México soy siempre respondo: de Aguascalientes. Aclaro, no es que reniegue de mi estado y lugar de origen, es solo que para mi, Aguascalientes es y será siempre mi hogar porque fue aquí donde crecí, donde aprendí tantas cosas y donde prácticamente formé a la mujer que soy.

Dicho esto, les advierto que este es un post largo, muy largo; también lleno de melancolía y con un toque de tristeza y otro tanto de alegría, un post bipolar, vaya, pero hecho con todo el cariño de quien aún después de tantos años fuera de esa ciudad, la sigue recordando como el amor de su vida.

Museo de Aguascalientes

Si bien Aguascalientes tiene mil cosas para disfrutar, voy a hacer este post enfocándome en lo que un turista pudiera gustarle de ver en la ciudad, porque no creo que a ustedes interese mucho ir a ver la calle en la que yo vivía o la avenida que atravesaba siempre en el camino de mi casa a mi trabajo. Entonces, empezamos el paseo en el centro, para ser precisos en el Museo de Aguascalientes.

Este museo alberga varias salas de exposición y un espacio para conciertos y otros eventos, también tiene una exposición permanente del artista aguscalentense Saturnino Herrán y en sus corredores y patios hay esculturas de varios artistas. Fue aquí donde vi, gratuitamente, la exposición de varias litografías de Salvador Dalí, hace varios, varios, pero varios años.

Iglesia de San Antonio

Todos en Aguascalientes se quieren casar en el Templo de San Antonio y como no, si es -en la opinión de la mayoría de los aguascalentenses- la iglesia más bonita de la ciudad. Construido entre la fin del 1800 e inicio del 1900 su estilo arquitectónico lo hace particularmente bello, por no decir el material en cantera amarilla que lo compone. De este templo no es que tenga muchos recuerdos, es más, lo visitaba solo cuando se casaba alguno de mis amigos. Esta iglesia está exactamente enfrente del Museo Aguascalientes, así que si van por esa zona es imposible perdérsela.

La Plaza de Armas y Exedra

¡Oh! la de cosas que tendría que contarles de esta plaza, para empezar es la más importante de la ciudad y además se dice que la escultura del Águila Republicana (obra hecha por el hidrocálido Jesús F. Contreras) sea el centro mismo de la República mexicana, geográficamente hablando. Pero no es solo esto lo que me hace adorar esta plaza, en realidad mientras viví en la ciudad iba mucho ahí los domingos porque me gustaba escuchar a la Sinfónica de Aguascalientes, que en verano alegra las tardes con su hermoso repertorio, completamente gratis. Me gustaba ir a sentarme por las noches, cualquier día de la semana, cuando la mayor parte de la gente ya se había ido. Siempre me sentí tan segura en este lugar, como si nada malo me pudiera pasar. Por las noches y viviendo muy cerca de ahí (yo viví siempre en el centro), me iba al Sanborn’s y curioseaba un poco en la sección de libros o música, luego me iba a pasear a la plaza, completamente sola.

El Palacio de Gobierno

Mientras viví en la ciudad, pocas veces visité el Palacio de Gobierno, pero sin dudas es una tapa que considero es importante visitar. El Palacio de Gobierno se encuentra justo al lado de la Plaza de Armas y es un edificio que data del 1665, construido en su fachada con ladrillos de tezontle rojo y sus balcones con la característica cantera rosa de la zona, este hermoso palacio es hoy en día sede del poder ejecutivo del estado.

Pero es en un interior donde se explaya su mayor belleza al albergar cinco espléndidos murales que narran los hechos más representativos de la historia de Aguascalientes, dichos murales fueron creados por el pintos chileno Oswaldo Barrera Cunningham, mismo que fue discípulo de Diego Rivera. El interior de este hermoso palacio señorial tiene además dos hermosos patios que a su vez están rodeados de un centenar de arcos de medio punto. La visita al edificio es completamente gratuita, así que sería una pena perdérsela en su visita a la ciudad.

La Catedral de Aguascalientes

La Catedral de Nuestra Señora de la Asunción es una hermosa iglesia ubicada justamente enfrente de la Exedra, esta hermosa iglesia de arquitectura colonial y de estilo barroco salomónico es la más representativa y visitada de toda la ciudad, data de inicios del 1700 y anteriormente se le conocía como Parroquia de la Asunción (patrona de la ciudad). Me gustaba ir, como siempre, cuando no había casi nadie entorno, era entonces cuando podía disfrutar de la paz y tranquilidad del lugar. Los domingos los fieles se reúnen ahí para asistir a misa a diferentes horas del día, luego se quedan a pasar algunas horas en la plaza y a disfrutar las kermeses que a veces tienen lugar. Si quieren ver como es exactamente un domingo en una ciudad o pueblo mexicano, no hay nada mejor como irse a alguna iglesia y ver el pasar de la vida tan típica de este país.

Calle Venustiano Carranza

Una vez pasando la Plaza Patria y dejando la catedral a nuestras espaldas, nos encaminamos por la calle Venustiano Carranza donde podemos apreciar varias cosas, entre ellas el Museo Regional de Historia, la Casa de la Cultura, el centro de Artes Visuales, la Iglesia de la Merced, los arcos y muchas otras cosas. Esta calle para mi tiene un valor sentimental muy especial porque la recorría prácticamente todos los días para regresar a casa y porque muchos eventos importantes de mi vida ocurrieron en esta calle. Pero claro, estos eventos no creo sean todos de su interés así que me voy a concentrar en los que puedan quizás llamarles la atención.

Museo Nacional de Historia

Este museo si bien es pequeño y puede ser visitado en algo así como una hora, está localizado en la calle mencionada y el edificio que lo alberga fue construido en 1901, dentro encontrarán todo lo necesario para conocer la historia del estado desde la prehistoria hasta los días actuales. Me acuerdo que al lado había una cafetería que preparaba unos cappuccinos riquísimos y ahí me iba siempre yo con mis amigos de la escuela a pedir uno juntando entre todos las moneditas que nos sobraban para completar uno o dos cappuccinos.

Centro de Artes Visuales

Exactamente enfrente del museo se encuentra el edificio al que más cariño le tengo en toda la ciudad: el Centro de Artes Visuales. Fue aquí donde estudié pintura y donde pasaba la mayor parte de mis tardes ociosas una vez terminada la escuela, me encantaba venir aquí (no cobran la entrada) e irme hacia la parte trasera a sentarme en sus patios a gozar del silencio y la tranquilidad. El edificio tiene dos entradas, una por la calle Venustiano Carranza y la otra que desemboca en la calle Allende Ote.

Entrando por la puerta principal (la de Carranza) nos encontramos al interno una arquitectura colonial con arcos, grandes patios y varias salas donde se imparten los cursos de arte, aquí casi siempre está lleno de jóvenes que vienen a estudiar pintura, fotografía, escultura, etc. Si van a visitar este edificio mi recomendación es que lo hagan a la hora de la comida (entre las 2-3pm) para evitar disturbar a los estudiantes y aprovechar más la tranquilidad del lugar. Los corredores con sus pisos color terracota y sus viejas paredes descascaradas son una prueba de lo mucho que ha vivido este edificio, pero que -en mi opinión- es lo que le da también un cierto encanto al lugar.

Internándose por los pasillos podemos encontrar más salas, pero esta vez de colores menos sobrios y más “mexicanos”, paredes amarillo mostaza y techos azul cielo, puertas de madera vieja, jardines secretos, plantas de todo tipo y mucha, pero mucha paz y tranquilidad. Mientras escribo estas líneas me lleno de nostalgia y me doy cuenta cuanto extraño mi tierra, pero antes que me ponga pesada les voy a insistir que si van a Aguascalientes, por favor no dejen de visitar este lugar tan mágico.

Templo de la Merced

De esta iglesia me acuerdo mucho solo porque una de mis mejores amigas iba a misa aquí todos los domingos. En realidad no era una de mis iglesias favoritas y la visitaba muy poco, pero estando en el centro histórico y en la misma calle (Venustiano Carranza) que los lleva hacia otras zonas de interés, no estaría de más entrar a visitarla unos minutos. La iglesia data del 1765 y en realidad se llama Templo de Nuestra Señora del Rosario pero los hidrocálido la conocen más como el Templo de la Merced porque antiguamente el lugar (entonces un convento y colegio, además de iglesia) estaba a cargo de la Orden Mercedaria hasta el 1859.

Nota: Apenas dando vuelta hacia el norte, en la misma esquina de la iglesia (en la calle Matamoros Nte.), hay un negocio pequeñito donde venden tacos dorados con salsa, no se los pueden perder porque son ¡los mejores de toda la ciudad!.

El Jardín de San Marcos

No creo que haya en toda la ciudad un jardín más representativo de la misma como lo es el Jardín de San Marcos. Este hermoso y bien cuidado jardín hace de punto de inicio cuando se visita la famosa Feria de San Marcos (el nombre lo dice todo). En este jardín yo venía a relajarme y a leer un poco, incluso a horas en las que estaba casi lleno, por ejemplo cuando los chicos salen de la escuela aquí se quedan un rato a conversar, a tomarse una nieve o una paleta de jícama enchilada o jugar a los enamorados o simplemente a pasear. Tiempo atrás se podía uno sentar en el prado pero creo que ahora ya no es permitido, aún así visitarlo es una experiencia placentera porque es un lugar con mucha tranquilidad, a pesar de estar prácticamente en medio del caos del centro.

En medio del jardín, como en casi todos los jardines mexicanos, se encuentra un kiosco, mismo que se utiliza para dar espectáculos con fuentes y luces multicolores. Lo bonito de este jardín es su muralla alrededor y las hermosas cuatro puertas, todo ello construido en cantera rosa. En el 2009 le dieron una buena arreglada a este jardín agregando por ejemplo unas estatuas de bronce que antes no estaban, dichas estatuas representan como era la vida local en épocas pasadas.

Iglesia de San Marcos

Enfrente al Jardín de San Marcos se encuentra la iglesia del barrio, el Templo de San Marcos o Parroquia de Nuestra Señora del Carmen este templo fue fundado en 1764 y dedicado a San Marcos Evangelista y a la Virgen del Carmen, por lo tanto tiene dos días de grande celebración al año, la más importante (y no precisamente la más religiosa) es la del 25 de Abril, en plena feria. Yo personalmente no visitaba esta iglesia seguido, primero porque no soy religiosa y segundo porque en mi opinión, hay iglesias más bellas en la ciudad, en todo caso, si van a Aguascalientes y vista la proximidad del Jardín de San Marcos, no pueden dejar de visitarla.

Andador J. Pani

¡La nostalgia me está matando! Y es que hemos llegado al lugar donde pasé casi toda mi adolescencia, con todo lo que eso implica. Este andador es famoso porque es el centro mismo de la tradicional Feria de San Marcos, durante dicha feria este lugar se abarrota de gente y es una fiesta constante que no duerme o descansa, pero de eso no les voy a hablar mucho porque el simple evento vale la pena de dedicarle un post entero, así que les voy a hablar solo de que cosa pueden ver cuando no está la feria y el lugar es un remanso de paz y tranquilidad.

Ir a comer al Merendero San Marcos

Seguramente el merendero más tradicional de la ciudad y como no, si su comida es riquísima y su ambiente muy tradicional. Les cuento un poco: Los merenderos son bares donde principalmente se consume cerveza, aunque también es típico pedir tequila, mezcal o algún cóctel. Cuando sirven las bebida lo hacen acompañando de diferentes y abundantes botanas (entradas, tapas), tan completas que se puede tranquilamente quedar satisfecho, con la siguiente ronda de bebidas las botanas siguen llegando hasta que a un cierto punto no puedes más de tanta comida. Bueno, en la ciudad se encuentran muchos de estos merenderos (como se les llama ahí) y uno de ellos, de los más antiguos por cierto, se encuentra exactamente al inicio de este andador peatonal.

Casino de la Feria – Andador J. Pani
Pasear por el andador peatonal

Obviamente sin feria esto es más tranquilo y relajante, los domingos no tanto porque se llena de gente pero entonces es también divertido porque podemos conocer la vida aguascalentense. Hay varios negocios de souvenirs donde comprar algún recuerdito, también está VIPS si queremos probar el café más aguado y feo de todo México (la de cafés y desayunos baratos que consumí ahí es de dar risa) y al fondo, hasta el final, encontraremos:

El Hotel Fiesta Americana y la escultura taurina

No tengo una sola foto donde yo esté con esa escultura de fondo, pero de que es representativa de la ciudad, lo es. Del hotel en cambio les puedo decir que hace muchos, pero muchos años trabajé ahí de mucama! Eso da para un post porque de verdad fue una época muy divertida y hermosa de mi vida y quizás un día me anime a compartirla.

La Monumental Plaza de Toros

Desafortunadamente, si, muy desafortunadamente, Aguascalientes tiene una cultura taurina un poco difícil de erradicar. En el mismo perímetro ferial, encontraremos la Monumental Plaza de Toros que al día de hoy se sigue usando para la bárbara costumbre de la Corrida. Yo he entrado a dicha plaza solo un par de veces y ambas fueron para ver un concierto, espero llegue el día que sea utilizada solo para eso, mientras tanto les recomendaría admirarla desde fuera.

Otras atracciones

Naturalmente en Aguascalientes hay muchísimas otras cosas que ver, y aunque quisiera, no podría mostrarlas todas en un solo post, así que les dejo dos más que son absolutamente imperdibles:

Museo del Ferrocarril

Este museo no estaba cuando yo vivía en la ciudad, así que en mis primeras visitas de regreso a Aguascalientes fuimos a verlo. Se trata de un museo creado dentro lo que era antiguamente el Almacén de Carga de la estación ferrocarrilera en Aguascalientes, dicho edificio data de finales del 1800 y era donde se almacenaban los productos que serían transportados en tren. Es un lugar muy interesante para prender la historia y la importancia que tuvo en sus días el ferrocarril en la ciudad, siendo de un gran impacto para el desarrollo social, cultural, político y económico de Aguascalientes a inicio del siglo XX.

No dejen de pasear por el tranquilo jardín y de presenciar el espectáculo del reloj y de la Casa Redonda, con su trenecito en miniatura, es de verdad muy lindo y entretenido, si llevan niños este lugar les encantará. A mi personalmente nada más entrar me regresaron a la mente algunas de mis vacaciones de verano cuando era niña en un pueblito llamado Villegas, en el estado de Jalisco, donde solo se podía llegar en tren y todo el pueblo olía a rieles y por las noches se dormían las personas arrulladas con el sonido de los trenes de carga que pasaban sin parar durante toda la noche.

Museo de la Muerte

Aguascalientes siempre ha tenido una relación muy especial con la muerte, esto se debe a que el creador de la Catrina (personaje muy asociado al Día de Muertos en México) nació nada más y nada menos que en esta ciudad. Si bien J. Guadalupe Posadas tiene su propio museo en el Barrio del Encino, este que les sugiero es diferente y quizás un poco más “turístico”. Yo ya no vivía en la ciudad cuando este museo fue abierto y siendo una adoradora de esa fiesta nacional imagínense mis ganas de visitarlo, así que cuando volvimos a la ciudad fue lo primero que hicimos.

Este museo tiene en su poder una colección de cerca dos mil elementos artísticos sobre la muerte mismos que fueron donados (en su mayor parte) por el maestro grabador Octavio Bajonero Gil, quien dedicó más de cincuenta años a la investigación y colección de todo lo relacionado con esta tradición mexicana. Max y yo quedamos fascinados de este museo, por primera vez, pude transmitirle exactamente a mi marido lo que significa para mi, como mexicana, el Día de Muertos, toda la cultura que está detrás y toda la historia que encierra este particular día; para un extranjero (o incluso para algunos nacionales), este museo es seguramente donde podrán encontrar respuesta a todas sus dudas.

Dentro encontrarán varias salas con objetos y esculturas de papel, cerámica, madera, piedra y otros materiales, algunos incluso costosos por sus incrustaciones de piedras preciosas. El mismo edificio es también hermoso, siendo anteriormente un viejo monasterio

Y bueno, hasta aquí les traigo la primera parte de mi bella Agüitas que con el transcurso de los años (son ya 15 que no vivo ahí) ha cambiado y crecido tanto, mi sueño es un día regresar e instalarme ahí, cuando la situación política y social en México haya cambiado. Naturalmente me han faltado tantas cosas de mostrarles, entre ellas mi barrio preferido (el Encino), el Parián, el barrio la Purísima, el centro los Arquitos, etc, etc, y más etcétera. Espero pronto pueda volver y tomar muchas más fotos para mostrarles, así se enamoran un poco de esta muy cultural y hermosa ciudad mexicana.

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